La Historia de Vintage Tradition

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Poco podíamos imaginar que un viaje a una granja de México nos llevaría a embarcarnos en otro viaje, uno para descubrir una solución práctica al dilema moderno del cuidado de la piel, una solución coherente con los verdaderos principios de la nutrición y la salud. Este viaje nos llevó a descubrir lo que la gente utilizaba para el cuidado de la piel antes de la introducción de los químicos artificiales, así como la ciencia que apoya a la sabiduría tradicional.

Debido a la falta de productos en el mercado que se ajustaran al ideal de un cuidado de la piel sano y eficaz, nos vimos impulsados a crear una fórmula que pudiéramos utilizar y compartir con los demás, una receta sencilla para el cuidado nutritivo y curativo tradicional de la piel.

Cómo empezó todo

Nuestra búsqueda empezó tras una visita a una finca de Tequila (México), en el estado de Jalisco, cerca de Guadalajara. Tequila es, por supuesto, donde se produce el famoso licor del mismo nombre a partir de la planta del agave azul. Aunque los trabajadores de este desierto donde se cultivan las plantas no utilizaban guantes, sus manos estaban suaves y no secas ni callosas. Nos informaron de que siempre habían utilizado una crema que era una mezcla de sebo de res y gel de la planta de agave azul. Esta sorprendente "nueva" información fue el impulso para nuestra investigación sobre el cuidado tradicional de la piel y lo que la gente usaba en su piel antes de la llegada de sustancias no naturales como los productos derivados del petróleo, los aceites vegetales rancios y los productos vegetales fraccionados químicamente.

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En nuestra investigación, descubrimos que la gente utilizaba aceites vegetales prensados de forma natural, como el aceite de oliva, que la sensibilidad moderna esperaría y aceptaría. Sin embargo, también descubrimos que la gente utilizaba aún más otra clase de aceites: las grasas animales. Esta información nos asombró, sobre todo teniendo en cuenta el tabú actual sobre el uso de productos animales en el cuidado de la piel, pero encajaba con lo que habíamos aprendido en México.

En aquella época, prácticamente no existían productos para el cuidado de la piel elaborados con grasas animales. Curiosamente, desaparecieron al mismo tiempo que las grasas animales de nuestra dieta. De nuestra investigación se desprende que, entre las grasas animales utilizadas para el cuidado de la piel, la más utilizada era el sebo. El sebo es la grasa extraída de vacas, ovejas y otros rumiantes, como los ciervos. Es muy sólido y ceroso a temperatura ambiente y puede conservarse durante largos periodos sin necesidad de refrigeración. La fundición es el proceso de calentar suavemente el tejido graso interior, también llamado "sebo", haciendo que los aceites puros se fundan y se separen del resto del tejido. El sebo solía mezclarse con otras sustancias directamente de la naturaleza para formar una crema untable para la piel. Investigaciones posteriores demostraron que la ciencia moderna respalda este uso tradicional del sebo como ingrediente principal de las recetas para el cuidado de la piel.

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