Principios de Sentido Común para el Cuidado de la Piel
Antes de examinar con más detalle lo que la gente utilizaba antiguamente para la salud de la piel, sería bueno examinar los principios sólidos frente a los no sólidos del cuidado de la piel y porqué muchos ingredientes de los productos comerciales para el cuidado de la piel, incluidos los que se encuentran en las tiendas naturistas, pueden ser perjudiciales.
En cuanto a los principios de lo que debemos ponernos en la piel, el sentido común y la razón pueden ayudarnos a descubrir dónde mirar y dónde no. No importa que el pensamiento convencional actual considere esta forma de proceder como "acientífica". En realidad, la recta razón y la verdadera ciencia nunca se contradicen, sino que se apoyan mutuamente.
Sabemos que la piel es el órgano más grande del cuerpo y absorbe fácilmente gran parte de lo que se le aplica, bueno y malo. (Por eso se pueden administrar tantos fármacos mediante el uso de parches transdérmicos.) Por lo tanto, es un principio excelente y una sabia precaución no aplicarnos en la piel sustancias que no tomaríamos fácilmente por vía interna o, en una palabra, que nos comeríamos. Lo ideal sería que lo que usáramos en la piel fuera comestible y, más aún, un alimento integral, en cuyo caso también tendría el potencial de nutrir realmente la piel y ayudarla a curarse.
Otro principio sano de la salud es dar al cuerpo lo que necesita para mantenerse y curarse a sí mismo, ya que sólo el propio cuerpo puede hacer ese trabajo. La mentalidad moderna a menudo pretende mejorar la naturaleza o incluso sustituirla, lo cual es imposible de hacer, además de presuntuoso y temerario. En el caso del cuidado de la piel, esta mentalidad pretende manipular la química de la piel para aliviarla o mejorarla. Parece lógico que un enfoque de este tipo sólo produzca resultados a corto plazo, si es que produce alguno, y, lo que es peor, podría provocar toxicidad con posibles efectos negativos a largo plazo en la piel y en la salud de todo el organismo. Por lo tanto, no es de extrañar que los productos modernos para el cuidado de la piel tengan que volver a aplicarse, posiblemente cada vez con más frecuencia, para mantener su efecto, y nunca podremos saber todos los demás efectos nocivos que sus ingredientes no naturales pueden estar teniendo en nuestra salud.
Pero, ¿cuáles son los ingredientes "no naturales"? Una vez más, la razón viene en nuestra ayuda. En última instancia y en un principio, todo procede de la naturaleza, incluso las sustancias más antinaturales, razón por la cual la palabra "natural" es una de las más sobreutilizadas y de las que más se abusa. Cuanto más se aleja una sustancia de su forma original y nativa, más antinatural es. Cuanto más manipulada, modificada y refinada esté una sustancia natural, más debería evitarse. De ahí la importancia de leer los ingredientes en las etiquetas, incluso en las de los productos de las tiendas naturistas.
Tenga en cuenta que no todos los ingredientes se indican necesariamente en la etiqueta, y que los procesos químicos utilizados para producir estos ingredientes ciertamente no se indican allí. Y tales procesos dejan ciertamente residuos, que tampoco figuran en la etiqueta. Sin embargo, en la práctica, lo que aparece en la etiqueta suele ser todo lo que hay que saber. En otras palabras, si suena como un producto químico, es un producto químico. No importa que se afirme que es "de origen vegetal". Si tiene un nombre químico y no el nombre de algo de la naturaleza, ya debe estar demasiado alejado de su fuente original y nativa para ser saludable. Sabemos que las sustancias vegetales extraídas y aisladas (y, lo que es peor, sintetizadas) pueden ser tóxicas mientras que la planta original no lo era. Al fin y al cabo, muchos fármacos, por definición tóxicos, proceden de plantas.
Tenga en cuenta también que el hecho de que un químico aún no haya demostrado ser tóxica no significa necesariamente que no lo sea. ¿Cuántas veces oímos hablar de efectos tóxicos que antes eran desconocidos o incluso ocultos? Además, las sustancias químicas nunca se someten a pruebas para comprobar sus interacciones con todas las demás sustancias químicas del entorno; sería una tarea imposible.
Basándonos en los principios anteriores, parecería superfluo y abrumador examinar las sustancias que se encuentran realmente en muchos productos comerciales. No obstante, debemos examinar brevemente algunos de estos ingredientes. Una vez más, recuerde que el hecho de que un ingrediente artificial no figure aún en la lista de sustancias perjudiciales para la salud no significa que sea seguro. Y, como veremos, el hecho de que un producto se encuentre en una tienda de alimentos naturales o lleve la etiqueta "ecológico" no significa que no contenga ingredientes químicos, ni siquiera los que ya se sabe que son perjudiciales.
Siga leyendo: Ingredientes Nocivos del Cuidado Moderno de la Piel
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