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Una Opción Sana y Eficaz para el Cuidado de la Piel

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Las sanas tradiciones de nuestros antepasados no eran fortuitas, sino que tenían un propósito que parece estar arraigado en su propio ser.Debido a todos los ingredientes nocivos del cuidado de la piel moderno, es difícil encontrar muchos productos para el cuidado de la piel en el mercado que puedan considerarse definitivamente una opción saludable y eficaz. Por lo tanto, debemos echar un vistazo a la sabiduría tradicional sobre el cuidado de la piel y luego ver si la ciencia moderna apoya el conocimiento ancestral.

Nuestros antepasados utilizaban mayoritariamente el sebo para el cuidado de la piel. Por ejemplo, un libro de "recetas" para todas las facetas de la vida, escrito por el Dr. A.W. Chase, M.D. en 1866, enumera diez fórmulas de ungüentos, ocho de las cuales contienen sebo, además de otros ingredientes naturales. (20) Este mismo médico cita el Boston Medical and Surgical Journal de su época sobre el uso del sebo puro para una "aflicción muy común y muy dolorosa", la uña encarnada. A pesar de que este uso es muy específico, se incluye aquí por ser un fuerte testimonio del poder curativo del sebo:

"La paciente en la que probé este plan era una joven que había sido incapaz de ponerse un zapato durante varios meses, y decididamente la peor que he visto nunca. El borde de la uña estaba profundamente socavado, las granulaciones formaban una alta cresta, parcialmente cubierta de piel; y pus rezumaba constantemente de la raíz de la uña. Todo el dedo estaba hinchado y extremadamente doloroso y tierno.... Puse un trozo muy pequeño de sebo en una cuchara, lo calenté... y lo vertí sobre..... El efecto fue casi mágico. El dolor y la sensibilidad se aliviaron de inmediato, y en pocos días las granulaciones habían desaparecido, las partes enfermas estaban secas..., y el borde de la uña estaba tan expuesto que se podía arrancar sin ningún inconveniente. La curación fue completa y el problema no volvió a aparecer. Desde entonces he probado el plan repetidamente, con los mismos resultados satisfactorios.... En algunos casos puede ser necesaria una repetición, aunque nunca me he encontrado con un caso que no cediera a una sola aplicación. Ahora se ha demostrado, en muchos otros casos, que es eficaz, logrando en un minuto, sin dolor, todo lo que puede ser efectuado por la aplicación dolorosa de nitrato de plata durante varias semanas." (21)

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Sebo de cordero puro McQueen'sOtra prueba del uso tradicional del sebo para el cuidado de la piel es una antigua lata de una onza de "McQueen's Pure Mutton Tallow", fabricada por G.F. Baker en Nunnelly, Tennessee "desde 1895", que incluye las siguientes palabras en la parte inferior de la lata: "Valioso como remedio familiar para la piel agrietada y áspera causada por la exposición a las inclemencias del tiempo. Excelente como limpiador de la piel y también se utiliza como base para diversos ungüentos médicos."

Curiosamente, en Alemania, el sebo de ciervo (Hirschtalg) se sigue utilizando como ingrediente base en muchas cremas utilizados por los deportistas para prevenir las llagas o ampollas en la piel.

Sería fascinante y útil investigar más la sabiduría tradicional sobre el cuidado de la piel para confirmar el modelo que ya podemos ver emerger. Las tradiciones saludables de nuestros antepasados no eran fortuitas, sino que tenían un propósito que parece haber estado arraigado en su propio ser, como podemos ver en los estudios del Dr. Weston A. Price (22). Podríamos incluso decir que la sabiduría ancestral sobre nutrición y salud es más fiable que los estudios científicos modernos, que están sujetos a manipulaciones e interpretaciones erróneas y sólo pueden contemplar una pequeña pieza del rompecabezas a la vez.

Incluso podríamos decir que la sabiduría ancestral....

Siga leyendo: La Ciencia Confirma la Sabiduría Tradicional sobre el Sebo


Referencias:

20. Chase, Alvin Wood, M.D. (1866). Dr. Chase's Recpies; or Information for Everybody, 33rd edition. Published by the author, Ann Arbor: 110-112, 162-163.

21. Chase: 174.

22. Price, DDS, Weston A. (2000). Nutrition and Physical Degeneration. Price-Pottenger Nutrition Foundation, Inc., La Mesa.